“ Si yo fuera Cirujano convencido del peligro de los microorganismos, usaría sólo instrumentos y material limpio y procesado por calor. Además lavaría mis manos antes de operar. Esto es fácil y sencillo.
Pauster
Las infecciones asociadas a la prestación de atención en salud ocurren en todo el mundo y afectan tanto a países de mayores como de menores ingresos . En países de mayores ingresos, entre el 5 y el 10% de los pacientes contrae una o más infecciones, y se considera que entre el 15 y el 40% de los pacientes internados en atención crítica resulta afectado (1). En entornos de bajos recursos, las tasas de infección pueden superar el 20% (2). En un hospital de tercer nivel del Peru, La libertad (3), la Densidad de incidencia (DI) promedio de infección del torrente sanguíneo por catéter venoso central (CVC) y periférico (CVP) del 2000-2006, en el Servicio de Neonatología fue de 17,10 y 11,45 por 1000 días de dispositivo invasivo respectivamente; la DI promedio de Neumonía asociada a ventilador mecánico en el Servicio de UCI adultos y de Neonatología fue de 17,56 y 9,39 por 1000 días de exposición respectivamente.
Existe evidencia importante de que la antisepsia de manos disminuye la incidencia de infecciones asociadas a la atención sanitaria (4–6). La higiene de las manos es, por lo tanto, una acción fundamental para asegurar la seguridad del paciente que debe tener lugar en forma oportuna y efectiva en el proceso de atención.
Si el personal de salud se lavara las manos de forma regular durante su jornada laboral se evitarían 1,4 millones de casos de infecciones en hospitales y otros centros sanitarios cada día en todo el mundo, según manifiesta la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La higiene de manos (HM) está considerada como la medida de mayor importancia, tanto por su eficacia demostrada como por su reducido coste, para la prevención de las IH y de la diseminación de patógenos resistentes a los antimicrobianos. Sin embargo, la falta de cumplimiento por parte del personal de salud de los procedimientos recomendados en las Guías de práctica clínica permanece en unos valores claramente inaceptables, ya que la frecuencia de cumplimiento generalmente no supera el 50% de las oportunidades en las que esta práctica está considerada como prioritaria (7,8)
Los factores que han contribuido al escaso cumplimiento de la HM por parte del personal sanitario son variados, incluyendo la ausencia del conocimiento de su importancia para prevenir las IH y de los mecanismos de contaminación de las manos, la falta de comprensión de la técnica adecuada para su realización, la escasez de personal y la sobreocupación de las instituciones sanitarias, el acceso difícil a los puntos destinados tradicionalmente a la higiene convencional de las manos, la aparición de dermatitis de contacto asociadas con la frecuente exposición al agua y jabón y, por último, la ausencia de un compromiso institucional para mejorar de forma global la HM (8).
La realización de estudios controlados y aleatorizados para evaluar la eficacia de la HM comporta importantes problemas metodológicos , probablemente, éticos. Sin embargo, recientemente se ha publicado un estudio con características realizado en una comunidad de niños de Pakistán. La promoción de la HM claramente se relaciono con una disminución de las infecciones respiratorias, la diarrea, y el impétigo en dicha población, obteniéndose un efecto global positivo sobre la salud infantil .(9,10)
¿Proporcionan todos estos datos la evidencia suficiente para asegurar que existe una relación causal entre la practica correcta de la HM y la IIH? La respuesta debería ser que existe relación ya que se dan varios de los criterios de Bradford-Hill para causalidad de un proceso, a saber, consistencia de la asociación, secuencia temporal de la asociación y asociación coherente y plausible. (11,12)
La HM debe englobarse en una estrategia combinada de intervención en la que diferentes buenas practicas asistenciales, que individualmente mejoran los cuidados sanitarios, en conjunto, ofreciendo los mejores resultados.
“UNA ATENCION LIMPIA ,ES UNA ATENCION MAS SEGURA”
“MANOS LIMPIAS, MANOS SEGURAS”
Referencias Bibiliograficas
1.-Lazzari S, Allegranzi B, Concia E. Making hospitals safer: the need for a global strategy for infection control in healthcare settings. World Hospitals and Health Services, 2004, 32, 34, 36–42.
2.-Pittet D Infection control and quality health care in the new millenium, American Journal of Infection Control, 2005, 33(5):258–267
3.-Vargas G. Ruth, Díaz P. Juan. Incidencia de Infecciones Intrahospitalarias en el Hospital Belén de Trujillo- Perú, 2000-2006 .Acta Medica Orreguiana Hampa Runa Vol 7 Nª 1 -ISSN 1818541
4.-Casewell M, Phillips I. Hands as route of transmission for Klebsiella species. BMJ, 1977. 2:1315–1317.
5.-Pittet D et al. Effectiveness of a hospital-wide programme to improve compliance with hand hygiene. Infection Control Programme. Lancet, 2000, 356:1307–1312.
6.-Won SP et al. Handwashing program for the prevention of nosocomial infections in a neonatal intensive care unit. Infection Control and Hospital Epidemiology, 2004, 25:742–746.
7.Ferrer C, Almirante B. Higiene de manos: una prioridad para la seguridad de los pacientes hospitalizados. .Enferm Infecc Mixcrobiol CLin 2007; 25(6):365-8
8.Pitettet D.Hand higiene and patient care: pursuing the semmelweis legacy. Lancet Infect Dis 2001; Abril: 9-20
9.-Servicio de Andaluz de Salud .Recomendaciones sobre la Higiene de Manosy uso correcto de guantes en los centros sanitarios. España2005
10.-Luby SP, Agboatwalla M, Painter J, Altaf A, Billhimer WL, Hoekstra RM. Effect of intensive handwashing promotion on childhood diarrhea in high-risk communities in Pakistan: a randomized controlled trial. JAMA. 2004;291:2547-54.
11.-. Luby SP, Agboatwalla M, Feikin DR, Painter J, Billhimer W, Altaf A, et al.Effect of handwashing on child health: a randomised controlled trial. Lancet.
2005;366:225-33.
12.-Hugonnet S, Pittet D. Hand hygiene-beliefs or science? Clin Microbiol Infect. 2000;6:350-6.